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Foto del escritorClaudia Cazares

¡Cuidado con lo que ves sobre Psicología!

Actualizado: 3 mar 2022



El contenido sobre Psicología en redes sociales a veces puede interpretarse de forma generalizada en la que datos son usados para emitir juicios, diagnósticos, autodiagnósticos y demás.


No cabe duda que hoy más que nunca, el acceso a la información es fácil y así como el conocimiento es poder, también es nuestra responsabilidad aplicar el pensamiento crítico para seleccionar la información relevante, cuestionar sobre su veracidad, consultar con fuentes y contrastar con otra información; y finalmente si así lo deseamos, compartirla evitando deformar el mensaje principal en un efecto teléfono descompuesto que termina siendo desinformación.


En temas sobre salud mental y Psicología hay un gran riesgo si tomamos información como verdadera sin cuestionar. Aquí te comparto algunos puntos importantes al momento de buscar o recibir información en redes sociales:


  • No generalices. Los seres humanos vivimos en distintos contextos, nos relacionamos con distintas personas y tenemos características biológicas, sociales y psicológicas únicas; por lo tanto si ves un post que dice “Las personas que sufrieron de violencia durante su infancia tienden a ser agresivas con su pareja” y tu novio vivió una infancia con violencia, no quiere decir que necesariamente él vaya a ser de esa manera, ni que esa sea el único factor que determine que alguien puede ser agresivo.

  • Deja los diagnósticos a especialistas. Para hacer un diagnóstico de alguien es muy importante que la persona acuda a un especialista de la salud mental (psicólogo o psiquiatra) que, mediante una evaluación personalizada y con los instrumentos adecuados valore a la persona y su contexto para emitir o descartar un diagnóstico. Es muy común ver posts de Instagram, artículos de Blog y encabezados de noticias al estilo de “7 signos de las personas con depresión” o “Si haces estas cosas probablemente tengas un Trastorno límite de la personalidad”, esta información, si es creada por un profesional de la salud o por alguien que realizó una investigación profesional y seria, puede ayudar a las personas a conocer e identificar características de algún padecimiento, trastorno o condición; y motivarlas a consultar con un especialista.

  • Las fuentes son muy importantes. Toda información compartida debe mencionar de donde se obtuvo ésta, de no ser así se da por entendido que el autor o autora es quien la emite, ya sea como opinión propia o como resultado de alguna investigación. Cuando adquieras información de cualquier tipo, por más simple que parezca, es importante que conozcas de dónde viene para decidir qué tanta seriedad le darás a la misma. Por ejemplo, si lees algo como “Hacer ejercicio 3 veces al día mejora la salud física y mental”, suena como algo muy lógico y fácil de creer, pero no es lo mismo que lo diga una persona que por experiencia cree que así es, a que lo digan en una revista científica después de realizar una comparación de varias investigaciones al respecto.

  • Cuestiona. Algunas de las preguntas que puedes hacer son ¿cuáles son las fuentes?, ¿de cuándo es esta información?”, ¿esta información es mencionada en otros sitios, revistas o programas?, si es así, ¿por cuáles?; ¿esta información es real?.

  • Verifica la información antes de compartirla, además trata de incluir su fuente y si vas a dar tu opinión al respecto aclara que se trata de tu punto de vista.



Por último, la Psicología, como otras ciencias, está en constante evolución, por lo tanto hay teorías y datos que con el paso del tiempo han sido modificadas, verificadas o descartadas. Cada uno de nosotros como usuarios de la redes debemos cuestionar y usar cada uno de estos datos de forma responsable.



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